No obstante procuro que cada salida sea un refresco a los sentidos que la exploración la aventura, la comunión con la naturaleza o simplemente la variación den cuerpo y leyenda a un ciclismo romántico como patada en los huevos directa y clara a ese mundo concreto, cuantificable, materialista y destructivo al que pertenecemos como coyuntura histórica y que para dolor de los más ( porque nos estamos/vamos a joder a base de bien) está llegando a su fin irremediablemente (aunque habrá lucha).
La Focus Mares, mi nueva máquina de ciclocross se revela como el caballo anarquista; lo mismo corre por asfalto que gira como es el caso de está salida en cualquier punto y coje una pista nunca antes tomada hasta la Ermita de Sant Ramón. Y eso que el 25 era algo justito para escalar pistas secas con algunas lajillas sueltas y resbaladizas....
Nada grave, de una CX te bajas cuando haga falta está en el imaginario...
Solo imágenes.
Así se recuerdan las salidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario